EL ARBOL URBANO Y EL CASO DE LAS TALAS EN BOGOTA

El árbol tiene un alto valor simbólico, por ende se establece con un estatus privilegiado y, siempre ha sido dentro de la naturaleza el arquetipo de su mejor expresión; y en todo tiempo, ha estado presente en las manifestaciones culturales de los pueblos del mundo, siempre a sido asociado por sus valores y creencias a hechos históricos y hasta ha sido evocado a mitos y leyendas.

Lo esencial no esta en hablar, dictar y enseñar sobre temas de arboricultura, siempre es importante imprimir un acto de amor, fe y mucha pasión en ello, sin embargo aunque se tenga mucha experiencia o múltiples especializaciones, es necesario aprender a escuchar las razones de los otros, ya que es mucho mas complejo ayudar a encontrar sus otras razones.

La arboricultura Urbana esta vista como una disciplina que trata sobre los principios y el manejo de los árboles establecidos en las ciudades; generalmente los arboles urbanos crecen en condiciones limitadas y bajo presión de estrés hídrico y fisiológico. Pero el manejo de los árboles en las ciudades debe basarse en las condiciones del suelo urbano, conocer sobre su ecología y contaminación, así como la posible provisión nutricional del árbol urbano; luego se debe tener en cuenta la biología del árbol, enfatizando en su fisiología y anatomía; y es importante el sitio donde se debe y puede plantar, es claro que no es una disciplina exclusiva de ingenieros forestales y agrónomos, aquí caben todos aquellos que se han preparado en el conocimiento del árbol urbano y que posean no solo las técnicas de manejo, sino también la sensibilidad y el respeto por su oficio; y mas, mucho mas...

Esta ambivalencia emocional con el árbol, gestada en el curso de la historia de nuestra especie, pero alimentada con las experiencias, percepciones, creencias y valores más recientes de nuestra cultura, confluyen en una subjetividad que definen "la mirada" con que miramos, lo que esta ocurriendo hoy en la ciudad de Bogotá, causado por la tozudez administrativa se pretende talar 1.192 árboles por parte del Jardín Botánico de Bogotá (JBB) bajo un proyecto de renovación paisajìstica, pero, según la comunidad el programa se está llevando a cabo sin una adecuada socialización, ademas de no presentar un proyecto paisajístico que pueda justificar la tala de mas de un millar de árboles.

Según el Jardin Botánico de Bogota los árboles que se han talado representaban un riesgo para la comunidad "porque tenían afectaciones como rebrotes, copas asimétricas, fustes torcidos, espacio insuficiente de emplazamiento, ramas secas, clorosis, necrosis o peligro de volcamiento". Ademas se dijo que la especie que reemplazara los arboles talados es una especie conocida como liquidámbar, según dijeron "se adaptan mejor a las condiciones del suelo y del estrés urbano de la avenida". Ademas acotaron que el proyecto de renovación paisajística no atiende a la estética. Y que "Las especies que estaban plantadas no estaban preparadas para factores como el estrés urbano que se genera en lugares de alta afluencia vehicular, por eso debían cambiarse".

Por otro lado existe evidencias que "El liquidámbar, se caracteriza por crecer rápido y existe evidencias de que en la ciudad de Nueva York, el liquidámbar es un problema porque sus hojas tapan las cañerías y por ello alla los están reemplazando.

La comprensión de estos mecanismos afectivos y cognitivos puede ayudarnos a reflexionar sobre nuestra relación con la naturaleza y probablemente también, a resolver mejor los conflictos que surgen en el manejo del arbolado público urbano.

David Santiago Restrepo es un Arborista certificado asociado a la International Society of Arboriculture (ISA) y manifestó desde Montreal, Canadá: "Esta polémica es una gran oportunidad para que la Asociación Colombiana de Arboricultura se muestre como una organización con certificación de la ISA.

La certificación ISA no es para "aprender" es para "validar" y si no se tienen los conocimientos pues hay que adquirirlos.

Los títulos que podemos apreciar como: ¿Cuál es el modelo de gestión forestal urbana de la actual Administración Distrital? nos demuestran a que punto hay una ignorancia en esta cuestión."

Los forestales evidentemente son excelentes candidatos para la gestión del arbolado urbano, pero deben demostrar el MINIMO de competencias a la sociedad a través de la certificación. La gestión forestal es COMPLETAMENTE diferente de la gestión del arbolado urbano.

Lo que están haciendo es derribando todos los árboles para salvar su pellejo, porque se mueren del pánico de cargar con la responsabilidad que esto implica en caso de accidente. Esto sin cuestionar su competencia y acudir a profesionales que si la tienen, destrozando así el patrimonio arbóreo de todos.

"En la gestión del arbolado urbano no hay producción forestal, lo que si tenemos es una preocupación constante de optimizar y maximizar los beneficios que los árboles urbanos nos proveen y de intervenir equilibradamente y proporcionadamente cuando hay un riesgo legitimo."

Debemos de admitir hasta que punto llega nuestra competencia y acudir a otros que si la tienen. Pero lo que presenciamos aquí es gestores buscando a todo precio derribar los árboles, lavándose las manos con el cuento de que los van a remplazar "sembrando" más de los que cortaron."

¿Cómo es posible confiar en gestores que utilizan la palabra "sembrar" en vez de plantar en la gestión del arbolado urbano?

"Por todo lado vemos en las noticias "siembra" refiriéndose a plantaciones. Eso es una prueba de que no tienen ni la más remota idea de lo que se está haciendo".

"Colombia necesita a gritos una campaña de concienciación de lo que es la ciencia de la arboricultura".

"En la gestión del arbolado urbano no hay producción forestal, lo que si tenemos es una preocupación constante de optimizar y maximizar los beneficios que los árboles urbanos nos proveen y de intervenir equilibradamente y proporcionadamente cuando hay un riesgo legitimo."